El gato negro de Poe es como el gato blanco de mi vecino. Cuando salgo al patio de mi casa y lo encuentro aprovechándose del césped, ahí es cuando lo veo como al gato negro. Ahí es cuando me emborracho de odio y lo mato, lo ahorco en un árbol. Pero el gato blanco vuelve cada vez a mi patio. Entonces con una navaja le saco un ojo como si del gato negro se tratara. Después, mato a mi mujer y la amuro junto al gato. Pero, cuando al otro día vuelve cada vez el maldito gato blanco a regocijarse en el verde césped de mi patio, se me acaban los finales del gato negro. Entonces, golpeo la puerta de mi vecino y le devuelvo su gato.
miércoles, 4 de julio de 2007
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