jueves, 21 de junio de 2007

samsa

Despilfarros de personas que se nutren de mi cordura, saben ellos que no duermo por temor a las cucarachas. Aquellas milenarias que tomaron posesión de mi reposo y no lo abandonaron nunca. Ni cuando arto de la mugre de esta caja; aún combatiendo con agua semejante amargura. Ni cuando me voy por meses y dejo la caja a su merced, suponiendo que sin mi presencia les pueda dejar de interesar.
He perecido ante los despilfarros y he sido objeto de copetín. Me han bebido. Y habiendo yo, abierto los ojos, vi como recorría las sinuosas entrañas de la maldad más pura. Fluía yo. Y sentía el ardor de aquellas cavidades que no encontraban desembocadura. Era absorbido. Y pasaba a formar parte de esos cuerpos, invertebrados seres, horripilantes criaturas que eran incapaces de morir. Era yo, una de ellas; pero no lo sabía. Para enterarme, debía despertar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

El despertar no es simple, pero el camino esta marcado, todo comienza en quererlo. Estimado me debes un cuento, espero verlo.

Unknown dijo...

Felicitaciones por tu avance tecnologico, saludos patagonicos. Salud!!!