martes, 26 de junio de 2007

POR LA VENTANA


Despertaba asustado, le temía mucho al lobo que vivía en el pino del vecino. Me asomaba por la ventana y lo veía. Allí estaba listo para saltar con su forma de ramas, oculto por la noche. Me tapaba hasta la cabeza pero era inútil; el lobo se colaba por mi sensible imaginación de niño.

Pasaron algunos años. El lobo se convirtió en diablo. El diablo podía entrar por mi ventana; y lo hizo. Una noche sentí un ruido como huuuiiii!!!! Intenté rezar pero no pude. El diablo había poseído mi cuerpo. Estaba paralizado. Comprendí que dios no me protegía.

Pasaron otros algunos años. Cerré, cada noche, obsesivamente la ventana.

Pasaron más algunos años. Todo eso terminó. Cambiaron las oscuridades.

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